Democracia directa: la dictadura encubierta

Democracia directa: la dictadura encubierta

Doctrina

Es nuestro afán que este debate se desarrolle y genere ideas, dentro de un marco de respeto por las personas y las instituciones, para así posibilitar la acción de interlocutores válidos en todos los ámbitos de nuestra cultura, no es posible llevar a la sociedad a cambios profundos si no se considera el estudio y el diálogo sereno con otras posiciones, por distantes y erradas que ellas nos parezcan. No sería correcto que asumiésemos la misma actitud de quienes hoy nos cierran las puertas a la participación, no se trata de que "la tortilla se vuelva" sino de que ella "alcance equitativamente para todos". Es verdad que la democracia hoy en día parece un cuento, pero ello no es culpa de ella. Veamos.

1. Para no tener un diálogo de sordos, demos una definición en la cual convengamos que eso es lo que entendemos por democracia. A. Lincoln nos dejó una que, en el fondo, representa toda la problemática que hoy nos preocupa: "EL GOBIERNO DEL PUEBLO, POR EL PUEBLO Y PARA EL PUEBLO"

2. Podemos concluir que, la democracia, como proposición de organización, tiene un ORIGEN, una GESTIÓN y un OBJETIVO y, si aceptamos que es el PUEBLO el sujeto y razón de ser de la misma, entonces es fácil poder entrar a analizar cómo andan las "respectivas democracias" por este mundo, que es cada vez más estrecho y ajeno.

3. Pero, atención, veamos primero si estamos de acuerdo en que, es necesario, darse alguna forma de organización POLÍTICA para vivir en sociedad. Nosotros pensamos que sí, pero sabemos que hay otros que piensan que no.

La posición individualista tiene dos vertientes:

a) El Liberalismo.

Que trata de atomizar el Estado, no dejándole otro rol que el de cautelar que se cumpla un Estado de Derecho en el cual, las oligarquías económicas tienen verdaderas patentes de corso, que se fundamentan en el principio del automatismo, según el cual: "en la medida que cada individuo lucha por obtener beneficios particulares, consecuencialmente ayuda a que también lo obtengan los demás", es la teoría del vaso que rebalsa o del chorreo. El problema fundamental de esta muy sui generis teoría es que, justamente, es el Estado de Derecho el que se ocupa para que las oligarquías llenen cada vez más y más el vaso, de esto se generan tensiones sociales que tienen, tarde o temprano, expresiones políticas que revientan en crisis de institucionalidad y de gestión económica, que llevan a periódicos reordenamientos del sistema para permitirle sobrevivir: agendas de crecimiento, flexibilidad laboral, rebaja de impuestos, privatizaciones, etc. etc., son algunas de las medidas auto salvadoras de un sistema que se niega a morir así perezca el mundo.

b) El pensamiento anarquista.

La teoría clásica, en su afán libertario casi sin límites, niega el Estado por considerarlo un ente opresor y le contrapone la autogestión de las organizaciones en las cuales los individuos se desempeñan, pero no en cuanto “organizaciones de estructura social universal”, sino de “grupo de personas”. La definición de la toma de decisiones está dada por el consenso de la asamblea pero, en el asambleísmo extremo fenece el liderazgo y ello lleva al estancamiento de los procesos de desarrollo de las ideas y de la interacción de las organizaciones. 

Se produce un freno al dinamismo social que no supieron resolver los teóricos como Stirner, Bakunin ni Sorel y, por ello, buscaron una salida en la "agitación de la revolución permanente". Los seis meses de desgobierno en la Generalitá de Cataluña y la muerte de sus mejores hombres a manos de sus propios compañeros, cuando intentaron dar respuestas espontáneas y efectivas en el frente de batalla durante la guerra civil española, fueron la mejor y también dolorosa muestra del camino equivocado -pese a las muy buenas intenciones del anarquismo- cuando quiere pasar de la práctica de la “agitación” a la práctica del gobierno… terminan auto destruyéndose.

El asambleísmo propuesto por los adalides de la democracia directa no hace más que entregar nuevamente la soberanía política a manos de un grupo de poder ya establecido, que “promueve” a los “voceros” en asambleas manejadas por “agentes” del grupo o partido.

Cero representatividad real y cero participación real; ello, porque los “voceros” en realidad representan los intereses del partido o grupo ajeno a la organización social misma y, tan claro es esto, que en la estructura “estatutaria” promueven la aceptación de la voluntad de la mayoría simple de los asistentes a la asamblea; sin importar que los asistentes puedan ser solamente, incluso, el 1% del total de los integrantes del cuerpo social…

¿Qué diferencia tienen entonces con el sistema de partidos políticos imperantes? Pues ninguna, son tan sólo los hambrientos que quedaron fuera del festín demoliberal/socialista que hoy gobierna Chile. Ellos establecen arbitrariamente “una forma representativa” y la transforman por arte de magia en “la esencia misma de la reprentatividad”, de ahí en adelante les importa un comino la voluntad mayoritaria del cuerpo social en cuestión, porque no consideran esa simple verdad objetiva de que si la gran mayoría no asiste a la asamblea o a votar en elecciones, ES SENCILLAMENTE PORQUE NO SE SIENTEN REPRESENTADOS… entonces: ¿de que democracia están hablando aquellos que pretenden arrogarse la representación de un 100% a partir incluso de un 0,51%?

Hecha esta necesaria acotación, pasemos nuevamente a la materia que te preocupa:

4. Origen, Gestión y Objetivo son los elementos que determinan el dominio sobre cualquier organización, quienes poseen este dominio y lo ejercen en propio derecho, están haciendo uso de su SOBERANÍA POLÍTICA, en donde política es sinónimo de actuar en todos los ámbitos de gestión para lograr los objetivos de la organización, en otras palabras, la soberanía política implica la propiedad y el dominio de la organización.

En el Liberalismo la soberanía política reside en los partidos políticos, que la reciben "cedida" -no delegada- en cada acto eleccionario, por intermedio del sufragio universal. Cuando uno delega, puede "recuperar" y "exigir responsabilidades" y no necesitamos entrar en mayores abundaciones para explicar la idea de que los partidos políticos, desde que perdieron su razón de ser al lograrse derechos cívicos, han devenido en ser manos gestoras de los poderes oligárquicos.

En el marxismo-leninismo, la soberanía política reside totalmente en el Partido Único gobernante: allí ni siquiera existe la ficción del sufragio universal.

En la simbiótica democracia directa del anarko-marxismo, la soberanía política ES ASUMIDA por los seudo voceros de la asamblea, y la colocan al servicio del grupo ideológico que representan, y la voluntad soberana de la asamblea no pasa a ser más allá de una simple ficción democrática populista.

En el Nacional Sindicalismo Revolucionario, la soberanía política reside en los cuerpos sociales, que es el lugar en donde hombres y mujeres pertenecen y hacen vida. Ese pertenecer y hacer vida es lo que llamamos PARTICIPACIÓN SOCIAL y el tener derecho a ejercer esa participación es la SOBERANÍA SOCIAL.

EL DERECHO Y LA CAUTELA DE LA SOBERANÍA SOCIAL GENERA LA SOBERANÍA POLÍTICA… ambas soberanías, la social y la política RADICAN EN EL CUERPO SOCIAL. Sin cuerpo social no hay sociedad.

5. La democracia, como concepto, es una realidad posible pero no una realidad cierta.

La democracia como gobierno no existe, ella es una intencionalidad valórica que necesita de un comportamiento ético y, como tal es perfectible; vale decir que no es perfecta y, por lo tanto, puede mejorar, empeorar o simplemente ser reemplazada, algún día, por algo que la supere. Negar lo anterior es negar el dinamismo socio-político y poner fin a la historia.

6 Todas las organizaciones poseen un estilo de gestión y es este mismo estilo el que favorecerá o no -por sobre las estrategias, los planes y los mecanismos metodológicos- el logro de los objetivos propuestos. En otras palabras, podemos decir que pese a tener las mejores máquinas, las personas más preparadas científicamente, los mejores materiales y elementos, etc. etc., pero todo se irá al traste si el estilo de gestión tiene la impronta de corruptos que buscan los propios objetivos y no los de la organización.

LA DEMOCRACIA NO ES LA ORGANIZACIÓN, ES EL ESTILO DE GESTIÓN

EL ESTADO es la organización que posibilita alcanzar objetivos para quienes le generan su razón de ser.

EL PUEBLO genera la razón de ser del Estado para posibilitar orden, acción y cautela sobre las riquezas naturales que existen en el territorio y que, velando por la cautela de los derechos e intereses personales viene, por sobre todo, a velar por los derechos e intereses del conjunto de la nación toda, del bien común.

EL territorio y sus riquezas devienen en ser de nuestra propiedad, en razón de la historia; vale decir, de una voluntad fundacional como nación.

PUEBLO, TERRITORIO e HISTORIA PATRIA son la trilogía que conforman LA NACIÓN.

El NACIONALSINDICALISMO REVOLUCIONARIO es la búsqueda y conformación permanente de un DISEÑO DE NACIÓN, basado en los principios de solidaridad y libertad, en un estilo de gestión con la impronta de una moral valórica y una voluntad de servir.

7. La capacidad de DISEÑAR una Nación se expresa en un PROYECTO DE NACIÓN, en el cual se reflejan aspectos técnicos y teóricos eficaces y eficientes, como así también una moral valórica que marque la impronta de la gestión de todo un pueblo.

Nada más lejos de esto que el mentado "Proyecto País" de la Concertación o de la derecha chilena y ello porque, en el concepto de país, no existe arraigo en el territorio, ni compromiso con la historia pasada ni futura, sólo el interés del presente que tienen los ávidos de poder que saquean la riqueza de la nación.

Concluyamos:

CAPACIDAD DE DISEÑO Y MORAL VALÓRICA son los dos elementos fundamentales para tratar de evitar la corrupción en cualquier tipo de organización.

La teoría del diseño nos indica que en toda planificación debe considerarse entre sus componentes los "adecuados medios de control", no hacerlo es una locura, una ineptitud o el encubrimiento de una mala fe.

En el caso que nos preocupa de la corrupción en miembros del poder legislativo y ejecutivo la pregunta es la siguiente:

¿Cómo es posible que los gobiernos concertacionistas no diseñaran adecuados medios de control para la gestión gubernativa y legislativa si una de sus mayores críticas a la dictadura cívico-militar decía relación con lo mismo? ¿Acaso no se hizo nada porque ahora les correspondía el turno para saquear el erario nacional?

En cuanto a moral valórica, ésta se basa en que existen principios y valores, encarnados en nuestro Estilo, y que son ellos lo que determinarán nuestro comportamiento ético.

De aquí surge la pregunta: ¿cómo pueden los concertacionistas -que son un gran conglomerado de materialistas, ateos, agnósticos, marxistas, liberales-liberales, liberales pseudo cristianos, liberales pseudo marxistas, cristianos pseudos cristianos, progresistas avalóricos y cualquier liberalismo metamorfoseado- dar una impronta ética positiva si ellos basan su comportamiento en una moral formal?

En la moral formal, todo se va adecuando a las circunstancias y a los intereses personales, todo es cambiante. Los resultados están a la vista y no será muy diferente con la derecha oligarca chilena, que cambió los valores por los de la Bolsa de Valores… ¡y todos ellos se dicen los representantes “democráticos” de la nación chilena! Como si el ser democrático no fuese más que la capacidad de “manejar a su entero amaño” un Congreso o una asamblea...

CAPACIDAD DE DISEÑO Y MORAL VALÓRICA, ESO ES LO QUE A CHILE OFRECE EL NACIONAL SINDICALISMO REVOLUCIONARIO CON SU ESTADO DE COMUNIDAD NACIONAL

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