Ante la noticia de la toma del Instituto Nacional por parte de sus estudiantes, Radio Bío-Bío agrupó las demandas más «controversiales» y marcó la pauta en su difusión -que luego tuvo eco en otros medios masivos- provocando desde memes hasta discusiones estériles en redes sociales. Sin embargo, en un contexto marcado por la decadencia de las organizaciones estudiantiles y su cooptación por parte de las juventudes de partidos del oficialismo; de interés resulta revisar el contenido íntegro del petitorio y cuál fue la respuesta del Municipio que lidera Irací Hassler, para así extraer lecciones que sean útiles para nuestros estudiantes y la gobernanza política.
A principios de mayo se registraron hechos de violencia dentro del Liceo Lastarria, ubicado en la comuna de Providencia, donde se utilizaron artefactos incendiarios (bombas molotov) que concluyeron con un ¿estudiante?[1] lesionado; oportunidad que la prensa no dejó pasar para aludir a hechos similares protagonizados en otros “liceos emblemáticos”, sin dar cuenta de los motivos, demandas o razones que podrían o no existir tras tales hechos. Como nunca antes, la organización estudiantil está en su peor momento, con total irrelevancia en lo político-externo como también lo interno, entre el bajo interés y participación de sus integrantes, ¿cómo resolver esta situación?
Tras poco más de tres meses de trabajo, el Congreso Refundacional de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile difundió su propuesta de estatutos para la federación, el que será sometido a plebiscito los días 17 y 18 de mayo de 2023. El proceso se ha caracterizado por la baja participación, la completa apropiación que hicieron las juventudes de partidos oficialistas y un trabajo que, definitivamente, se asemeja demasiado al desarrollado por la Convención Constitucional. ¿Seguirá el mismo destino esta propuesta?
El pasado miércoles 19 de octubre tuvo lugar la primera sesión del recientemente conformado “Congreso Refundacional” de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh). ¿Su propósito? Esencialmente redactar los nuevos estatutos de la FECh, en un contexto de nula incidencia política y bajísima participación estudiantil; a lo que se suman ciertas acciones de sus conductores y, principalmente, de las juventudes de gobierno. Las primeras sesiones han marcado un camino calcado al que emprendiera la disuelta Convención Constitucional, al punto que su conformación, desarrollo y posible resultado pueden asimilarse.
El otro día, luego de un largo periodo alejado de la televisión, se me ocurrió prender la caja idiota a ver si podía encontrar algo entretenido para pasar la noche en vela. Por esas casualidades de la vida, me encontré en TVN el mejor espectáculo humorístico que había visto desde el “me enteré por la prensa” y el “soy un hombre honesto”; el “debate” entre los voceros de la CoNES y de la ACES: José Corona y Diego Arraño, respectivamente.